Monday, September 26, 2005

poemas 11-20

XI

Treinta rayos convergen en el centro
de una rueda,
pero es su vacío
lo que hace útil al carro.
Se moldea la arcilla para hacer la vasija,
pero de su vacío
depende el uso de la vasija.
Se abren puertas y ventanas
en los muros de una casa,
y es el vacío
lo que permite habitarla.
En el ser centramos nuestro interés,
pero del no-ser depende la utilidad.


XII

Los cinco colores ciegan al hombre.
Los cinco sonidos ensordecen al hombre.
Los cinco sabores embotan al hombre.
La carrera y la caza ofuscan al hombre.
Los tesoros corrompen al hombre.
Por eso, el sabio atiende al vientre
y no al ojo.
Por eso, rechaza esto y prefiere aquello.


XIII

El favor y la desgracia inquietan por igual.
La fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo.
¿Qué quiere decir
favor y desgracia inquietan por igual?
El favor eleva y la desgracia abate.
Conseguir el favor inquieta.
Perderlo inquieta.
Este es el sentido de
«favor y desgracia inquietan por igual»
¿Qué quiere decir
la fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo?
La causa por la que padezco dolor
es mi propio cuerpo.
Si no lo tuviese,
¿qué dolor podría sentir?
Por esto, quien estime al mundo
igual a la fortuna de su propio cuerpo,
puede gobernar el mundo.
A quien ama al mundo como a su propio cuerpo,
se le puede confiar el mundo.


XIV

Se le llama invisible porque mirándole
no se le ve.
Se le llama inaudible porque escuchándole
no se le oye.
Se le llama impalpable porque tocándole
no se le siente.
Estos tres estados son misteriosos
y se confunden en uno solo.
En lo alto no es luminoso,
en lo bajo no es oscuro.
Es eterno y no puede ser nombrado,
retorna al no-ser de las cosas.
Es la forma sin forma
y la imagen sin imagen.
Es lo confuso e inasible.
De frente no ves su rostro,
por detrás no ves su espalda.
Quien es fiel al Tao antiguo
domina la existencia actual.
Quien conoce el primitivo origen
posee la esencia del Tao.


XV

Los sabios perfectos de la antigüedad
eran tan sutiles, agudos y profundos
que no podían ser conocidos.
Puesto que no podían ser conocidos,
solo se puede intentar describirlos:
Eran prudentes,
como quien cruza un arroyo en invierno;
cautos, como quien teme a sus vecinos por todos lados;
reservados, como un huésped;
inconstantes, como el hielo que se funde;
compactos, como un tronco de madera;
amplios, como un valle;
confusos, como el agua turbia.
¿Quién puede, en la quietud,
pasar lentamente de lo turbio a la claridad?
¿Quién puede, en el movimiento,
pasar lentamente de la calma a la acción?
Quien sigue este Tao no desea ser pleno.
No siendo pleno
puede quedar en lo viejo
sin renovarse.


XVI

Alcanza la total vacuidad
para conservar la paz.
De la aparición bulliciosa de todas las cosas,
contempla su retorno.
Todos los seres crecen agitadamente,
pero luego, cada una vuelve a su raíz.
Volver a su raíz es hallar el reposo.
Reposar es volver a su destino.
Volver a su destino es conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Quien no conoce la eternidad
camina ciegamente a su desgracia.
Quien conoce la eternidad
da cabida a todos.
Quien da cabida a todos es grandioso.
Quien es grandioso es celestial.
Quien es celestial es como Tao.
Quien es como Tao es perdurable.
Aunque su vida se extinga, no perece.


XVII

El gran gobernante es inadvertido por el pueblo.
A este sucede el que es amado y elogiado por el pueblo.
Después, el que es temido.
Y finalmente, el despreciado.
Si no hay una confianza total,
se obtiene la desconfianza.
El gran gobernante practica el no-hacer
y así, a la obra acabada sigue el éxito.
Cuando el pueblo cree vivir según su propia ley.


XVIII

Cuando se abandona al Tao
aparecen la bondad y la justicia.
Con la inteligencia y la astucia
surgen los grandes hipócritas.
Cuando no existe armonía entre los seis parientes,
se utiliza la piedad filial y el amor paternal.
Cuando hay revueltas en el reino,
se inventa la fidelidad del buen súbdito.


XIX

Rechaza la sabiduría y el conocimiento,
y aprovechará cien veces mas el pueblo.
Rechaza la benevolencia y desecha la justicia,
y el pueblo volverá a la piedad y el amor.
Rechaza la habilidad y su provecho,
y no habrá mas bandidos ni ladrones.
Pero estas tres normas no bastan.
Por esto, atiende a lo sencillo. y genuino,
reduce tu egoísmo, y restringe los deseos.


XX

Suprime el estudio y no habrá preocupaciones.
¿Qué diferencia hay entre el si y el no?
¿Qué diferencia hay entre el bien y el mal?
No es posible dejar de temer
lo que los hombres temen.
No es posible abarcar todo el saber.
Todo el mundo se enardece y disfruta,
como cuando se presencia un gran sacrificio,
o como cuando se sube a una torre en primavera.
Solo yo quedo impasible,
como el acabado de nacer que no sabe sonreír.
Como quien no sabe que sendero tomar,
como quien no tiene hogar.
Todo el mundo vive en la abundancia,
solo yo parezco desprovisto.
Mi espíritu está turbado
como el de un ignorante.
Todo el mundo está esclarecido,
solo yo estoy en tinieblas.
Todo el mundo resulta penetrante,
solo yo soy torpe.
Como quien deriva en alta mar.
Todo el mundo tiene algo que hacer,
solo yo soy un desconsiderado.
Solo yo soy diferente a todos los otros
porque aprecio a la Madre que me nutre.


FIN POEMAS 11-20
LIBRO DEL SENDEROhttp://waldemarverdugo.blogspot.com